Las caídas son el mayor riesgo al que se enfrentan los adultos mayores y la posibilidad de sufrir una crece conforme la edad avanza.
Entre los adultos mayores, las caídas son la primera causa de lesiones fatales y la causa más común de entradas al hospital por traumas no fatales.
De acuerdo con las estadísticas del Consejo Nacional sobre Envejecimiento de los EUA (NCOA), uno de cada tres personas mayores de más de 65 años se cae al año. Cada 11 segundos, un adulto mayor es tratado en una sala de emergencias debido a una caída. Cada 19 minutos, un adulto mayor muere debido a una caída.
Esta es la razón por lo que debemos poner especial cuidado en prevenirlas a nuestros seres queridos.
La experta en Cuidados de Adultos Mayores, Jeneane Brian, nos da sencillos y útiles consejos en sus publicaciones y aquí los compartimos con ustedes.
1. Hay que fijarse bien
¡Mucha atención! La gente mayor tiende a caerse. Cada año 35% a 40 % de los adultos mayores a los 65 años se caen. Estos porcentajes aumentan a 50% a 60% para aquéllos con más de 75 años. La fragilidad de los adultos mayores no solo tiene una alta incidencia de caídas, también tienen una alta susceptibilidad de daños debido a ellas. Una cuidadosa revisión de la casa del adulto mayor para evitar riesgos es una manera de ayudarlos a estar seguros en casa el mayor tiempo posible, especialmente a aquellos con problemas mentales.
La mejor manera en que un familiar o amigo puede evaluar el riesgo de caídas de un ser querido es pasar un día con la persona. Hay que seguirla por todos lados durante su rutina diaria. Hay que anotar cualquier cosa que se le dificulte y que problemas potenciales de la casa necesitan corregirse. Es importante identificar no solo los riesgos de caídas, sino los de pérdidas repentinas de equilibrio que no llegan a ser caídas pero que están asociadas con el incremento en el riesgo de caídas. Las casi caídas son resbalones, tropezones o desbalanceos, en los que la persona alcanza a recuperar el control antes de caerse.
Si necesita ayuda profesional, pídale al doctor de cabecera consejo sobre cómo obtener una evaluación de seguridad de la casa por parte de una enfermera o terapista calificados. Las evaluaciones de seguridad de los hogares son un servicio que se pueden obtener en las organizaciones de salud y seguridad.
Una guía rápida es retirar todos los tapetitos que la gente mayor suele poner en el baño, en la recámara y especialmente en las escaleras. Apoyos para entrar y salir de la tina/regadera, para sentarse/levantarse del WC. Antiderrapantes en las entradas, en las escaleras y en la regadera/tina entre otros.
2. Mantener un hogar adecuado
Una vez que identificamos los posibles obstáculos o elementos de riesgo hay que solucionarlos. El desorden, los tapetes superpuestos, calzado inadecuado, iluminación inadecuada y los cables eléctricos contribuyen a los accidentes en casa. Las buenas noticias son que una vez que se han identificado las áreas peligrosas, existen muchos dispositivos de ayuda disponibles en el comercio. Barras de apoyo para la regadera, calcomanías antiderrapantes para la tina y puertas irrompibles para la regadera son ejemplos comunes de elementos de seguridad importantes para el baño. Haga amplio uso de cintas reflejantes para escaleras y escalones, instale luces nocturnas y reacomode los muebles que se mueven cuando nos recargamos en ellos. Un inventario de seguridad de la casa será una gran ayuda para decidir lo que se necesita.
3. Promueve el ejercicio para mejorar la fuerza y el equilibrio
Nada nos entorpece más que la falta de ejercicio. La inactividad debilita los músculos y la edad endurece las articulaciones. Es necesario mantener activos a los adultos mayores.
Algunos tips de la Academia Americana de Cirujanos Ortopedistas y la Asociación Nacional de Entrenadores Atléticos de los EUA, para prevenir daños a causa de caídas son
mantener fuertes los músculos y huesos siguiendo este régimen de ejercicios:
- Entrenamiento de fuerza con peso y ejercicios de resistencia para todos los grupos de edad.
- Practica de ejercicios diseñados para ayudar a mejorar el equilibrio.
- Ejercitarse al menos 3 días por semana para mejorar la fuerza, flexibilidad y equilibrio.
- Escoja ejercicios de bajo-impacto tales como yoga, tai chi y Pilates para evitar estrés en las articulaciones.
- Estírese diariamente para mejorar la flexibilidad y movilidad.